Un consejo sencillo para obligarte a cumplir con tus objetivos

Fines de marzo participaré por decima vez en un maratón, esta vez en Barcelona. Es una ocasión especial y mi objetivo es poder mejorar mi marca e intentar bajar de 2:55:00. ¿Por qué os cuento esto? Muy sencillo. El compartir con todo el mundo que me he planteado hacerlo, me obliga conseguirlo para luego no quedar como el culo. Tal como lo hice también para mi último maratón en San Sebastián, hablar sobre ello es el primer paso de mentalización. La cabeza tiene que estar preparada para que el cuerpo responda. Esto también es cierto al revés.

A partir de enero me espera un entrenamiento duro de 90-130 kilómetros por semana que tengo que compaginar con mi vida de emprendedor y mi pequeña familia. Para lograr este objetivo (tal vez demasiado) ambicioso, no es suficiente correr únicamente los fines de semana. Así que a partir de entonces no habrá excusas. Hay que madrugar para salir a correr todos los días aunque haga frio, sea oscuro, este cansado, etc.

Tanto como funciona para correr un maratón también funciona para otros objetivos en la vida. Cuando quise lanzar una start-up lo primero que hice es compartirlo con muchas personas. Muchas veces no nos atrevemos compartir nuestros objetivos por si no los logramos. Tener la duda y no compartir tus objetivos, aumenta tu probabilidad del fracaso. Somos humanos, funcionamos con presión. Si no compartes tus objetivos, tendrás que mirarte únicamente en el espejo para justificar porque no estás consiguiendo algo que “realmente” quieres. Contándoselo a todo el mundo, tendrás que dar la cara con muchas personas. Tal vez con algunas que ni te conozcan. Es un consejo sencillo pero en mi caso os aseguro que me motiva y me funciona (entre muchas otras cosas).