Prepararse para todo lo que pueda salir mal
Cuando te mueves en el mundo profesional tienes que estar siempre en alerta. Hay cosas que pueden ir mal y en consecuencia hundirte también a nivel personal.
Lo que puede ir mal, saldrá mal. No es una creencia de un pesimista sino la realidad. Si llevas emprendiendo casi dos décadas como está siendo mi caso sabrás de lo que estoy hablando.
De hecho he vivido dos fases en mi carrera profesional. En la primera estaba en un momento donde no todo me salía tal cómo planificado. Iba muy justo a nivel de ingresos. En esta fase es prácticamente normal que a una mala noticia se le junte una segunda mala noticia. Cuando las cosas van mal tienen tendencia a ir peor. Es posiblemente porque de forma inconsciente tu actitud está siendo negativa y atraes una catástrofe tras la otra aunque no lo quieras.

Ahora mismo estoy en una fase opuesta. Los eventos positivos se acumulan. Una buena noticia sigue a la próxima. Hace poco te comenté que había dado un paso atrás porque un cliente grande no me había renovado el contrato. Resulta que ayer tuve una reunión donde otro jefe de departamento de la misma empresa me ofreció cambiarme a su equipo. Acepté pero bajo la condición de aumentar mi paga. Asi que sigo en la empresa pero gano más. No es un mal cambio. Es un ejemplo perfecto de la fase en la que estoy.
Lo que la gente llama “ley de la atracción” también está funcionando para gente que me rodea. A mi hermano le acabo de conseguir un cliente que le permite empezar un proyecto nuevo para el que hasta la fecha no tenía el capital. Es una sensación genial pero no te puedes fiar nunca y estar demasiado seguro.
Contenidos
Hazte esta pregunta
Aunque mi actitud sea positiva también siempre me hago esta pregunta. ¿Qué puede salir mal? Intento estar preparado para el peor escenario posible. Estando en una dínamica positiva es normal que sucedan también eventos negativos. Si no estás preparado para ello puede que no seas capaz de afrontar la situación cómo se debe. Anticipando que esto puede suceder no es algo que te sorprenda. Asumes que ahora te afrontas a un tema desagradable. En vez de quejarse sobre lo injusto que es el mundo lo atacas como un hombre o una mujer y lo solucionas.
Apostar todo pero siempre al limite de lo que te puedas permitir
Para llevar tu negocio al próximo nivel tienes que hacer una apuesta tras la otra. Sales de lo que conoces y te metes en terrenos desconocidos sin saber por dónde vas a acabar al final del viaje. Te tiene que gustar esa sensación desagradable pero al mismo tiempo increíblemente divertida.
Cuando haces una apuesta tienes que poder permitirte que salga mal. Nosotros ahora mismo vamos a hacer una apuesta de 10-20k con marcas nuevas para Amazon. Es una cifra relevante para nosotros y posiblemente muy humilde para otros que se mueven en esta plataforma. ¿Podríamos apostar más? Sí, sería posible. ¿Podríamos recuperarnos rápidamente en caso de que la cosa salga mal en este escenario de mayor riesgo? Todo es posible pero el daño sería mucho más grande.
Nunca descuidar las cosas que estan yendo bien
Tenemos que crear nuevos flujos de dinero pero no podemos descuidar lo que ya está yendo bien. En nuestra caso es la venta en Amazon de productos de terceros. Aquí seguimos subiendo la apuesta con marcas como Lego o Pokémon. Es demasiado “fácil” si sabes lo que haces. Claro, esta última frase es un proceso de aprendizaje de tres años invirtiendo unos 250-500k en Lego.
Vamos por buen camino pero siempre hay que estar preparado para dar un paso atrás. Tu forma de gestionar estas situaciones de crisis harán que salgas de ellas antes. Minimiza el factor de sorpresa. No es fácil pensar en todo lo malo que pueda sucecer cuando estás en una ola casi perfecta.
Stay tuned.