Cómo reaccionar cuando das un paso atrás en tu negocio
No siempre todo puede ir en una dirección. En ocasiones tienes que dar un paso atrás para dar dos hacia adelante.
Ayer he recibido una mala noticia. Un cliente de consultoría grande tras trabajar tres meses conmigo no quiere seguir adelante. Es la primera vez que me sucede de esta forma. Tampoco me sorprende para serte sincero. Se veía un poco venir. El encaje no era perfecto desde el momento cero. Para empezar me sorprendío ya la contratación inicial. Fines de mayo acaba la colaboración.

Aunque al final el impacto no es grave estoy intentando consolarme que todo sucede por una razón concreta. En este momento me he venido un poco arriba y es bueno recibir un toque de realidad para aterrizar las ideas un poco mejor.
Ahora mismo estoy en proceso ya de aparcar los pensamientos negativos que conlleva un rechazo (al final es lo que es). No me voy a centrar en eso y darle vueltas a algo que no voy a poder cambiar.
Contenidos
Buscar un nuevo proyecto
Tengo ahora varios clientes que me podrían entretener sin problemas toda la semana. Con este cliente estaba al límite de mis posibilidades. Era una sensación desagradable porque todos los días tenía que luchar para estar a la altura de todas las tareas. Siento al mismo tiempo un alivio de tener algunas semanas menos intensas hasta que encuentre el próximo cliente.
Centrar mejor todas las ideas y poner foco
Tengo varios proyectos en el aire que necesitan empuje. Es un buen momento para centrar las ideas y priorizar los temas mejor. Con el lujo del colchón del último cliente no he sentido tanto la necesidad de poner foco en las cosas y empujar todo con más fuerza. Ahora es el momento de hacerlo. Tenemos que generar flujo de dinero de estos proyectos cuando antes.
Aprender tus lecciones
Posiblemente esta parte es tan esencial y básica que hubiera tenido que ir al principio. Uno de los aprendizajes ha sido que el perfil del cliente no encaja perfectamente con el resto de clientes con los que llevo ya una relación continua de entre 14-30 meses. Cada uno tiene su nicho. En mi caso es un nicho de cliente que me encaja mejor que otro. He probado salirme de ahí y en todos los tres meses no me he sentido cómodo. Ha sido siempre una sensación desagradable de presión aunque al final si que he visto la mejora a través del feedback que he recibido internamente por parte de mis colaboradores.
Este post en gran parte ya me ha ayudado a procesar todo lo que llevo dentro. Ahora nada más hay una dirección para avanzar…
Stay tuned.