Lo que un emprendedor puede aprender de un bebé
No siempre tienes que acudir a un coach si necesitas una formación para emprender. Si tienes un bebé puedes fijarte en su comportamiento y aprender de él. Muchas de las costumbres e instintos los vamos perdiendo cuando nos hacemos mayores. Tengo la suerte que tengo hace 5 meses un “pequeño coach” en casa que me da lecciones sobre emprender.
Desde que tengo una peque y la veo crecer me he dado cuenta que un bebé tiene muchas actitudes del emprendedor ideal. Me sorprende cada día con las cosas que va aprendiendo y me da mucha felicidad. Mi teoría es que todos nacemos como emprendedores pero con el paso de los años (si nos lo permitimos) nos convertimos en funcionarios (de los que no les gusta trabajar). Comparto con vosotros algunas de las lecciones que estoy recibiendo hace un par de meses de un bebe:
No tengas miedo de asumir riesgos: tal como dije hace poco en Twitter sobre emprendedores: un bebe no lo intenta simplemente, lo consigue o se la pega. Cuando nos hacemos mayores pensamos mucho en las consecuencias. Esto a veces no nos permite llegar hasta el final y nos quedamos únicamente en un intento.
Nunca pares de aprender: un bebé quiere aprender todos los días algo nuevo. No se conforma con los conocimientos ya adquiridos. Un emprendedor debería mantener esta costumbre siendo consciente que nunca sabemos lo suficiente. Adquirir conocimiento es como la búsqueda de un tesoro que no consiste en llegar al final sino el objetivo es recorrer el camino.
Copia lo que has visto (y funciona): no es necesario reinventar la rueda. Lo que funciona lo podemos adaptar para nosotros. De la misma manera un bebe empieza a imitar lo que ve de sus padres o de otros niños. La imitación es la base de un bebe para emprender y la fuente de su innovación.
El que no llora, no mama: si quieres conseguir algo en los negocios tienes que moverte y hacerte escuchar. No es necesario que grites ni que “llores” en el sentido de quejarte (que incluso podría ser contraproducente). Tienes que hacer uso de las herramientas de marketing para start-ups tal de manera constante como lo hace un bebé con sus gritos hasta consigue su objetivo.
No te rindas y esfuérzate al máximo: cuando un bebé empieza aprender una cosa nueva como gatear o andar no es relevante el numero de fracasos anteriores. Lo único que cuenta es conseguir lo que se propone. Si no lo consigue hoy, lo puede hacer mañana. Lo que es seguro es que algún día lo conseguirá.
Disfruta el día a día: hace tiempo que no me reía tanto. La risa de un bebe es contagiosa y es algo que suelen hacer durante casi todo el día mientras que no tengan hambre, sueño o los pañales “empapados”. No hay que tomarse todo tan a pecho como lo solemos hacer cuando nos hacemos mayores. Incluso la tarea más aburrida de contabilidad, se hace más fácil con una sonrisa en la cara.
Persigue tus objetivos con pasión: no hay nada mejor que las voces de felicidad de un bebé. Todo lo que hacen, lo acompañan con sonidos de entusiasmo. Cuando nos hacemos mayores cambiamos pasión por preocupación. El emprendedor cambia seguridad por riesgo para recuperarla.
No te conformes con la primera solución u opción: cuando las cosas van bien, pueden ir mejor. Un bebé no se conforma con el primer juguete que le das. Va a querer probarlos todos antes de decidirse por su favorito. Incluso cuando tenga un preferido no se cansara de probar jueguetes nuevos.
¿Qué es lo que has aprendido tu de un bebé?
Hola Alex!
Me ha gustado mucho el paralelismo! Yo aprendo de mi bebé a celebrar siempre las pequeñas victorias. Cuando aprendemos a ser adultos empezamos a tomarnos todo más en serio, a veces tanto que es contraproducente! Los niños siempre enseñan sus creaciones (por ejemplo sus dibujos) como si fueran la mayor obra de arte, con muchísimo orgullo. Al hacernos mayores nos empiezan a preocupar más las opiniones de nuestro entorno, nos da miedo ser juzgados; y cada vez cuesta más compartir nuestras ideas y creaciones. Como emprendedor hay que estar dispuesto a exponerse, y los niños lo hacen sin miedo!
un saludo fuerte,
isabel
Increíble entrada, es así como debe ser un emprendedor nato de corazón, pero no les parece que se nace siendo un emprendedor?
Muy buenos apuntes y consejos a tener en cuenta!!!
Tomo nota!! Salu2!
Sencillamente genial, felicidades… por la perfecta metáfora, por la niña…..
[…] https://www.marketingguerrilla.es […]
Jajaja estupenda entrada, tomada con cierto humor pero con un fondo muy importante para cualquier emprendedor. =)
Tengo un cocodrilo y, desde que lo observo, me he dado cuenta de que tiene muchas actitudes y cualidades de las que podríamos aprender. Quiero compartir con vosotros algunas de las lecciones que estoy recibiendo de mi cocodrilo:
-No sientas lástima de ti mismo.
-Puedes pasarte meses sin probar bocado: lo demás es gula.
-No te lamentes por el pasado ni te preocupes por lo que el futuro te deparará.
-No necesitas amigos.
-No necesitas amor.
-No sufras por nada que no sea físico.
-No necesitas prosperar, solo mantenerte vivo y reproducirte. No te molestes en hacer otra cosa que no sea comer y aparearte.
Podrán objetar que nosotros no somos cocodrilos. Ciertamente, no lo somos. Tampoco somos bebés. Los bebés son como son porque no tienen experiencia ni uso de razón. Los bebés, por otro lado, viven protegidos por sus padres, que se aseguran de que no les falte de nada. ¿Qué opinarían de una persona de treinta o cuarenta años que fuera como un bebé? Todo va con el lote.
[ Estoy de acuerdo con los que dicen que ser emprendedor es algo innato. No creo que se pueda aprender a serlo, como no se puede aprender a ser optimista. Creo que, como mucho, se pueden perfeccionar y cultivar las propias cualidades, pero no sacar petróleo de donde no hay. ]
Hace casi 1 año que he empezado a darme cuenta que lo que nos cuentas es totalmente cierto. Siempre he sido lo que yo le llamo un emprendedor incosciente, o sea, emprendo porqué me apasiona no porqué me haya planteado nunca emprender nada.
Pero al ver como evolucionan los bebés me doy cuenta que tenemos que recuperar esa esencia perdida. Siempre que veo a alguien que para mi ha tenido o tiene éxito me doy cuenta que encarna muchas o todas la cualidades que nos explicas en este artículo.
Felicidades por esta reflexión!
Muy bueno el parelismo. Lo firmo al 100%
Mi bebé también me enseña a tener más paciencia; a estar atento a todo lo que se mueve; a disfrutar, a saber gastar energía y a descansar, a reírme y a disfrutar de la vida. En resumen, me enseña a vivir.
Gracias por vuestros comentarios, me alegro que os haya gustado… 🙂
Me ha gustado mucho. Muy original, cualquiere que haya criado niños seguro que ha identificado todos los comportamiento.
Me ha gustado mucho la entrada. Enhorabuena Carlos!
[…] 10. No confiar en que aunque existan barreras todo es posible: nos falta el valor, no levantamos el culo, tenemos complejos de ser inferiores a otros países. Sigo confiando en que todo es posible. Tarde o temprano se consigue lo que uno se propone. Todo es cuestión de pasión, trabajo y constancia. Si quiero que mi peque aprenda algo, es que tiene su destino en sus manos y que los sueños no están para soñar sino para vivir. Yo mientras tanto tengo mucho que aprender de ella. […]
[…] ante la vida de tener iniciativa y arriesgarse tomando nuevos caminos en diferentes proyectos. Los niños son el mejor ejemplo de ello, ya que no tienen miedo a hacer las cosas. Todos somos, en cierto […]
Gran aportación Carlos.
Buenos consejos para aprender de un bebé.
Un cordial saludo.