Deja de utilizar titulares “cansinos” si no te interesa conseguir nuevos lectores
La pandilla "cool" del recreo del instituto ha decido que los títulos llamativos ya no molan. Hazles caso si piensas que un buen contenido no requiere promoción.
Si, yo soy uno de esos que utiliza titulares llamativos con frecuencia en su blog. En el caso que seas un lector habitual no es algo que te sorprenda. Últimamente leo muchos posts donde algunos bloggers se burlan sobre este técnica del blogging.
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Cuando te mueves entre Twitter y posts en blogs tienes algunas veces la sensación de estar en el recreo del instituto. En una esquina están las pandillas “cool” y en la otra los “nerds”. Ignora lo que digan aquellos que se sientan superiores y que creen que no tienen que hacer sus deberes. Ya sabemos que al final del día son los frikis que conquistan el mundo… 😉
No todo vale en los titulares
Muchos de aquellos que están cansados de titulares llamativos al final del día acaban pinchando en el post. Me gusta compararlo con mis amigos que le gastan bromas a mi mujer por leer las revistas de corazón y que en cuanto se sientan inobservados ya la tienen entre sus manos estudiándolas con gran interés.
Hay que diferenciar entre el uso y abuso de titulares llamativos. Lo último evidentemente también existe. Contando este post he utilizado títulos más agresivos en 3 de 7 días esta semana. Es jugar con el fuego que te puede quemar el blog si no lo utilizas con cuidado:
- No ser cansino: la variación y la sorpresa son un elemento esencial en un blog. No seas previsible siguiendo siempre los mismos pasos. Empezando cada post con una cifra u otro tipo de titular llamativo al final provoca cansancio por parte de tu lector.
- Factor cultural: vivimos en España. Las personas no se fían por defecto ni un pelo de lo que les cuentas cuando no te conocen. Se confunde también fácilmente llamar la atención con “vender humo”.
- Cumplir al 120%: es por ello que hay que cumplir siempre al 120% con lo que prometes a través del titular. Un usuario decepcionado no vuelve y le contará a todo su vecindario por Twitter que tus contenidos no cumplen con lo que prometen.
Por qué debes llamar la atención (con cabeza) con ayuda de los titulares
El título es como el anuncio de un producto. Muchos siguen pensando que si realmente es bueno no necesitas publicidad porque se venderá solo. Si realmente estas convencido de que esto es así lo único que me queda es desearte suerte.
1. Hay que venderse: déjate de tonterías y empieza a venderte. La modestia está bien cuando te presentas a los padres de tu nueva pareja. Si te mueves en el mundo de los negocios pierdes una oportunidad. Las personas no escuchan o no están atentas cuando tú quieras que te hagan caso por lo que si vales tienes que decirlo más de una vez. Cuando compites a diario con millones de contenidos tienes que destacar de alguna manera.
2. Visitas son el primer paso: no hay que obsesionarse con las visitas pero son el primer paso para conseguir nuevos lectores. Los titulares llamativos son esenciales para la toma de contacto con suscriptores nuevos. Sería torpe no hacer uso de este arma dado que su uso es gratis y para nada complicado.
3. ¡Funciona!: no sé si puedo decirlo de manera más clara. Los títulos llamativos o cansinos (según en qué lado estés) simplemente son una técnica del marketing que han funcionado durante siglos y lo seguirán haciendo durante mucho tiempo. No le hagas caso a los niños “cool” del recreo. Simplemente tienen miedo que tú mañana tendrás más visitas que ellos.
Los contenidos de baja calidad existen sin duda. Generalizar diciendo que esto está relacionado con el tipo del título es una gran tontería. No tengas miedo a que te critiquen. Si alguien 1 mes me pone a parir de manera directa o indirecta yo en el mismo plazo ya habré dado 30 respuestas… 😉
¿Cuáles son tus consejos en el uso de titulares llamativos en un post?
Carlos,
Así como en los anuncios publicitarios siempre funciona poner “un niño”, “un perro” o “una canción”, me atrevería a decir que en los titulares funciona poner de vez en cuando algo “sexy”. Eso sí, nunca de forma gratuita.
Si quieres te dejo un ejemplo a ver qué te parece 😉
http://cronicasgermanicas.com/2013/07/11/los-alemanes-en-la-cama/
Un saludo*
Elisabet*
Sugiero darse de vez en cuando una vuelta por Twitter, anotar los twits que más nos han llamado la atención y analizarlos posteriormente por si nos pueden aportar algunas ideas.
Una derivada es que los titulares, además de llamativos, sean twiteros. Es decir, que cuando pasen a Twitter, también sean llamativos…
Hola Carlos, recientemente he escrito sobre esto. Me formé contigo, y de ti he aprendido (y por lo tanto sigo) el valor fundamental de una estrategia de blogging basada en los contenidos. Existen muchos lectores ansiosos de encontrar contenidos que les interesen y /o ayuden, pero también son muchos los blogs que tratan de destacar sus contenidos para convertirse en una opción y tratar de convertir ese visitante temporal que tanto cuesta conseguir, en un lector recurrente.
Y para ello, soy consciente de la importancia del título, puesto que es el filtro por el que pasa rápidamente el lector para decidir si invierte un par de minutos de su tiempo en leerlo, o por el contrario pasa al siguiente (o incluso abandona el blog en busca de otro…).
Ahora bien, mi creencia (y apuesta) es la de apostar por mi marca personal, siendo aquí donde adquiere una notable importancia la huella digital. Es decir, no me preocupa tanto la inmediatez en la lectura de contenidos, sino que con el tiempo (largo plazo) alguien pueda ver todo el rastro de contenidos existentes, que definen mi identidad profesional y mi propuesta de valor. Aunque sea con títulos no tan atractivos…
Ahora, también te digo que de vez en cuando los utilizo, pero intento no hacerlo profusamente.
Como en las noticias periodísticas, los títulos son el factor principal para llamar la atención y conseguir diferenciarse.
Pero como bien dices en tu post, no vale todo para conseguir el click y sobre todo, lo más importante, es no “defraudar” al lector con un titular engañoso, que luego no guarda relación con el contenido del texto.