Lo que más me ha ayudado montar un negocio que no dependa de mí
Soy de aquellos emprendedores a los que les gusta controlar gran parte de las actividades de mi empresa. Es justo lo contrario de lo que debes hacer.
Una de las cosas más importantes a la hora de montar un negocio que no dependa de ti es aprender a soltar. Hay que aceptar que no es bueno que controles absolutamente todo y que al final tampoco no pasa nada por no hacer las cosas al 100% como tú las hubieras hecho.
Derechos de foto de Adobe Stock
Es lo que implica delegar: aceptar que van a surgir errores (sobre todo al principio) y que los resultados posiblemente serán ligeramente diferentes. Está claro que tampoco es aceptable que un cambio signifique una pérdida de calidad en la ejecución por lo que antes de dar el paso viene la formación.
Contenidos
Formar en procesos y gestión
La base de todo son los procesos. No puede haber dudas en ningún momento. Necesitamos un plan que ejecutamos a ciegas. Los procesos son el guía invisible cuando tú como emprendedor no estás para dar instrucciones a tu equipo. En la gran mayoría de casos buscamos excusas para no invertir tiempo en algo que va una suponer drástica para todo el negocio. Esto es independiente de si trabajas con equipos internos, externos o incluso si eres auto-suficiente y nunca necesitas nadie.
Implementar una cultura de mejora continúa
Una cosa es tener procesos y otra muy diferente ejecutarlos a la perfección. El 100% nunca va a existir por lo que debes estar en una búsqueda continúa de mejora. Esto es un reto mucho mayor que implementar procesos en un primer paso porque normalmente nos gusta conformarnos con lo que tenemos. Mejorar significa estirarse un poco más y para no hacerlo siempre encontramos suficientes excusas en nuestro día a día. Sin mejora continúa un negocio muere lentamente, muchas veces incluso sin darse cuenta hasta que ya es demasiado tarde.
Premiar el riesgo y no penalizar errores
Para mejorar tienes que arriesgar también el caso contrario. No todas las ideas aportan lo esperado pero eso no puede ser un motivo para tener menos iniciativas de ese tipo. En caso de “fracasar” hay que definirlo como un experimento que no ha servido de forma directo pero ha generado un aprendizaje para acercarnos al próximo nivel de mejora. Si dentro de tu equipo las personas tienen miedo a asumir riesgos tienes un problema. Es justo lo contrario de lo que necesitas. Tampoco es cuestión que se lo tomen como un juego o que no sean conscientes que los recursos de la empresa son valiosos. Hay que encontrar el equilibrio adecuado.
Herramientas y métricas internas que controlan y motivan
Las métricas semanales son el instrumento que me más me ha permitido evolucionar como emprendedor. Ha sido una forma de remplazar la improvisación diaria contra una planificación semanal. También ha aportado estabilidad porque el equipo tiene exactamente claro lo que se espera de ellos. Contiene todas las pequeñas cosas que tienes que implementar y ejecutar en un negocio para hacerlo crecer. Cuando veo nuestras métricas siempre me “asusto” por la brutal cantidad de tareas que hay que llevar a cabo de forma semanal o incluso cada 24 horas durante años para crear un negocio rentable. A muchos se les quitarían las ganas si tuvieran esto claro desde el momento cero. También los retos semanales han aportado lo suyo. Permiten ser un poco más creativo en la asignación de tareas y sirven sobre todo para darle un empujón a temas llevan atascados hace tiempo y que requieren un enfoque puntual para poder tacharlos de la lista.
El equipo quiere cumplir con todo lo que le exiges. Quiere estar a la altura de sus tareas y crecer con ellas. Para ello no puedes ponerlo demasiado fácil o demasiado exigente. En ambos casos no surge el efecto motivacional que acelera la evolución positiva que buscas. Estamos todavía en una fase donde reviso varias veces al mes las métricas y las adapto para que encajen mejor en ese sentido. Todavía no tenemos la estructura perfecta pero posiblemente nunca la tendremos. Te seguiré contando.
Stay tuned.