Humildad y transparencia en el marketing – ¿aporta o perjudica?
Todos los marketers son mentirosos o por lo menos eso puede ser la percepción que se ha ido creando últimamente. ¿Cuánto aporta realmente ser más humilde en los negocios?
Me acuerdo de los debates que tuve en su momento con el responsable de marketing dentro de Coguan. Anteriormente estaba en un puesto similar en una empresa en el Reino Unido donde se hacían las cosas de una manera. En el mundo anglosajón la comunicación se basa mucho en los superlativos e incluso en la superación.
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Dentro de un contexto cultural hispanohablante mi intuición siempre había sido que esto podía llegar a ser contraproducente. La experiencia de los últimos años me confirma que no ha sido del todo equivocado. Considero que la honestidad tiene un valor dentro de los negocios.
¿Qué significa humildad y transparencia en este contexto?
Ya lo dijo Seth Godin. Todos los marketers son mentirosos. ¿Es una necesidad por el alto nivel de competencia o la consecuencia de creerse las propias medias verdades?
Cuando todo el mundo hace lo mismo es hora de cuestionar el estatus quo. Un poco más de humildad y transparencia podría ayudar a generar un poco más de confianza por parte del usuario. ¿Cómo se expresa este nueva era que Andrés Toledo de Puromarketing llama el marketing de los humildes?
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No ocultar las limitaciones de un producto o servicio
Nada es perfecto porque las personas no lo son. Los productos y servicios suelen tener fallos a mayor y menor medida. Ser proactiva destacando las limitaciones generará menos ventas pero al mismo tiempo el coste de quejas y atención al cliente se podría reducir de forma drástica. La experiencia media de compra será mejor ya que cumplimos en mayor grado con las expectativas del consumidor.
No exagerar o extorsionar la realidad
Aparecer más grande de lo que eres es una de las estrategias claves de los falsos influencers. Una cosa es rodearse con los logos de gigantes y otra es maquillarse hasta que das una imagen de lo que no eres (pero te gustaría ser). Todos empezamos desde cero. Hay otras formas para lograr la confianza de un usuario o cliente potencial. Mentir no debería ser ninguna de ellas.
No hablar mal sobre la competencia
A partir del momento donde empiezas a hablar mal de algo o alguien, tu propia reputación empezará a verse afectada de forma negativa. Puede que el problema no haya sido tuyo y que realmente has sido una víctima pero imagínate que este tipo de comunicación negativa se convierte para ti en algo habitual. Hablar mal de tu competencia o de otros en general te hará más pequeño. No queremos asociarnos con organizaciones o personas conflictivas. Si tantos problemas estás teniendo puede que la fuente seas tú y no los demás.
¿Y si la competencia se beneficia de nuestra humildad?
El usuario o consumidor final no conoce la verdad. ¿Cuándo nos atacan o cuentas semi-verdades deberíamos responder con la misma intensidad y agresividad? ¿Vamos a quedar mal por no devolverla con las mismas armas? ¿Hay que contar las mismas semi-verdades que todo el mundo para no parecer menos bueno?
En este caso es complicado saber cómo actuar. Las mejores respuestas se dan a través de acciones y no con ataques aunque en un primer instante podemos salir perjudicados. ¿Tú que harías?
Por experiencia, los clientes y usuarios reciben en su gran mayoría de forma muy positiva el trato más cercano y transparente. Lo que necesitan es un apoyo y una confianza constante, sobretodo cuanto vivimos una época de saturación en la publicidad y el marketing, donde apenas nos dan tiempo las marcas para respirar y plantearnos lo que de verdad necesitamos.
Estupendo debate Carlos.
Yo apuesto siempre por la transparencia. Si no soy capaz de hacer algo no voy a decir que puedo hacerlo, porque solo me va a perjudicar. Y eso termina siendo contraproducente en todos los sentidos.
Hay que hacer las cosas sin tratar de mentir o engañar a nadie. Es el único modo de mejorar nuestra marca y obtener buenos resultados.