Dos días de vacaciones y ocho horas de sueño más tarde

Las vacaciones en España han empezado con fuerza. Cómo cada año cuesta mantener el ritmo. Ayer fueron tres horas y hoy cinco horas de sueño.

Hoy ha sido un día diferente. Son vacaciones pero eso no es la única singularidad. Ha sonado el despertador más tarde de lo normal. Luego he hecho algo que nunca suelo hacer. Darle a “snooze”. Diez minutos más tarde el despertador vuelve a sonar. Abro los ojos pero no me levanto. Lucho conmigo sobre si debería levantarme o no. Asi sigo al menos tres minutos más pero ya sentado en la cama. La mitad del camino está hecha. Al final me pongo en marcha pero me ha costado y redactando estas lineas sigo con la duda si no sería una buena idea seguir durmiendo un poco más.

Nuestras vacaciones en España son intensas. Siempre lo son. En pocos días queremos hacer el máximo número de cosas posible. Incluso he creado una agenda con todas las citas vacacionales para exprimir mejor cada minuto del día. Suena exagerado, poco relajado y lo es. Aun asi es necesario porque además de querer hacer todo eso siempre tengo temas de empresa que tengo que realizar siempre que estoy en España. Ayer tocó sacarme un certificado digital nuevo, ver por primera vez el local que hemos comprado en persona, visitar la ofi y ayudarle a mi madre para organizar toda la documentación que le hacia falta para la declaración de su renta del 2021. Hoy hay firma en la notaria y visita de un piso aunque esto último creo que se va a cancelar. Casi me olvido. Ayer también estuve intercambiando mails con la editorial porque al final si que hacia falta hacer últimos cambios por temas legales. Hoy le podré enviar la versión revisada y tachar por fin este tema que pensaba haberme quitado ya encima hace un par de días.

Entre todos esos temas también he hecho cosas que he disfrutado todavía un poco más. Ver a mi madre, comer con ella, desayunar con mi amigo, pasar la tarde con amigos de mi hijo en la piscina, salir de compras para encontrar nuevas zapatillas de correr y cenar con una pareja amiga (con algunas copas al final lo que no ha hecho más fácil levantarse esta mañana de la cama).

Hoy será también el último día en casa de mi madre. Podremos trasladarnos a uno de nuestros pisos propios. Con cinco personas hay poco espacio para todos nosotros en casa de mi madre. Con el paso de los años se nota que le gustar tener a sus nietos cerca pero que tampoco le importa tener un poco más de tranquilidad para poder disfrutar de su siesta y dormir un poco más por las mañanas.

No tengo claro porque te cuento todo esto. Igual dentro de un par de años repaso este post para ver qué tal me lo he pasado en 2022 de vacaciones. Podría ser.

Stay tuned.

CATEGORIES
TAGS
Share This

COMMENTS

Wordpress (0)
Disqus ( )