¿Cuál es tu primer paso para realizar una idea de negocio nueva?
Muchos emprendedores novatos se enamoran su idea de negocio. En vez de pensar en el primer paso se centran demasiado en la visión final.
Todo el mundo que ya montado algún negocio ya lo sabe. Una idea no vale nada sin ejecución. Puedes tener la visión más bonito del universo pero si no eres capaz de hacerla realidad en tierra no te sirve.
Lo que tienes que tener en cuenta cuándo tienes una idea de negocio
Una idea de negocio es tan buena como el primer paso que puedas dar sin ayuda para realizarla. Antes de ver el puzzle completo tienes que tener claro cuáles son las piezas que puedes juntar en los inicios que ya aportan valor y generan ingresos en el mejor de los casos.
A día de hoy muy pocos inversores (para no decir ninguno) te van a dar dinero por una idea que existe únicamente en tu cabeza. Tienes que demostrar que la visión que tienes se puede realizar en pequeños pasos y durante el viaje ya puedes ir ganando dinero.
Esto no significa que pensar en grande no sea relevante. Lo importante es hacer las dos cosas: pensar en grande y en pequeño. La mayoría de los emprendedores novatos nada más es capaz de pensar en una dirección.
Cómo pensar en grande y en pequeño
Es complicado ser muy concreto a la hora de querer a enseñarle a alguien cómo debe pensar en grande y pequeño al mismo tiempo. Igual a través de estos ejemplos es más sencillo.
- Hacer uso de infraestructuras existentes: un buen ejemplo es Airbnb que supo crecer a través de la visibilidad de los anuncios de Craigslist. Cada vez que un usuario publicaba una oferta en la web de Airbnb aparecía también en el clasificado de anuncios más grande de Estados
- Empezar a desarrollar una idea a nivel local: fíjate en Facebook. No empezaron como la red social más grande del planeta. Su éxito se lanzó desde el dormitorio de Mark Zuckerberg en la Universidad de Harvard. Al principio era únicamente una aplicación para esos estudiantes antes de abrirla a más usuarios.
- Destacar en una funcionalidad: seguimos con los gigantes del mundo. Otro ejemplo es Google. ¿Te acuerdas como fueron sus inicios? Al principio lo único que tenían era una búsqueda sin anuncios que destacaba por devolver resultados mucho mejores que la competencia.
Con algo de suerte los 3 ejemplos ya te dan una buena pista para entender a lo que me refiero cuando digo “pensar en grande y en pequeño” al mismo tiempo. A ver si me aplico lo dicho algún día… 😉
Stay tuned.