¿Merece la pena la excelencia?
La excelencia es incómoda, dura y te hace sufrir. No es un estatus sino más bien un estilo de vida. Te mereces no conformarte con menos que con buscar excelencia.
Si, siempre. Es aquello que encuentras en el 20% de Pareto que genera el 80% de trabajo. Marca la diferencia entre ser bueno o totalmente excepcional. Es lo que logras cuando no te conformas con lo que tienes porque sabes que puedes hacerlo mejor.
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Son aquellas personas incomprendidas por los demás porque se esfuerzan tanto por lograr sus objetivos. Son esos inconformistas que nunca están del todo contentos con el resultado obtenido porque saben que es únicamente una etapa en el camino.
¿La excelencia es necesaria para tener éxito? No, para nada. La gran mayoría de personas, empresas y proyectos están lejos de ese punto y aún así sobreviven. Son suficientemente buenos. Han llegado a un punto donde se conforman igual que lo hace el resto. La excelencia es incómoda, requiere un cambio constante, hay que estar por delante de los demás y trabajar miles de horas más de lo necesario que lo que se requiere para simplemente ser bueno.
Trabajar la excelencia es una tarea diaria. Es como el entrenamiento de un deportista. Cuando acabas tu sesión estás totalmente agotado. Sientes felicidad porque sabes que no has podido dar más de ti en ese momento. Te debes a ti mismo dar lo mejor.
No hay miradas atrás, no hay excusas, no hay debilidad, no hay otra dirección que para adelante.
Buena reflexión 🙂
Si el objetivo de cada días, de cada artículo, de cada solución aportada a terceros no es la “excelencia” flaco favor nos hacemos a nosotros mismos y a quienes confían en nuestras habilidades.
Estoy de acuerdo en que la excelencia es el camino. No hay otro. También creo que es muy difícil alcanzarla, requiere además de esfuerzo habilidad para llegar a ella. Aún así es positivo buscar la excelencia, ya que siempre llegaremos más lejos esforzándonos por conseguirla, que conformándonos con llegar a un nivel medio, ese nivel simplemente “aceptable”.
Si este país incorporara la excelencia entre sus preferencias, la crisis seguro que duraría mucho menos de lo que va a durar en realidad.
Hola Carlos ! : )
En este post estoy de acuerdo contigo pero a medias jeje, creo que la excelencia es buena, siempre y cuando nos aporte felicidad, cuando por ejemplo descuidamos cosas importantes por tener una empresa excelente ( cuando siendo solo buena viviriamos de lujo ) creo que deberiamos replantearnos cosas.
Pero sin duda siempre hay que ir a mejor, si no alfinal nos aburguesamos ; )
Un besito y espero que estes disfrutando del finde !
Solo si la excelencia implica una mejora más allá del propio concepto. Invertir el 80% de un presupuesto para conseguir un 20% de mejora, depende como, no vale la pena. En otras áreas quizás si (farmacia, salud, etc…) pero para la mayoría de casos, no, la mejor solución es seguir creciendo y seguir adaptándose.
Es buena pero cuando se busca superarse a uno mismo… cuando se tiene como meta ser mejor cada día. La excelencia genera personas mas competentes, ojala que esto no influya mal en quien lo busca, porque generaría como pereza o resquemor entre las personas. Es bueno alguien bueno, pero es maluco quien se cree lo mejor.
[…] alma. Les falta todavía mucha pasión. Sé que puedo hacerlo mucho mejor. Estoy muy lejos de la excelencia que busco en el trabajo. Si no me crees, también hay otros que te lo pueden […]