Lo que convertirme en un héroe para mis hijos me ha recordado sobre tener éxito en los negocios
Las pequeñas anécdotas de tu vida en ocasiones te recuerdan algunas lecciones valiosas. Esta es la mía que me sucedió durante mis vacaciones en Suiza.
Parece una fórmula sencilla y lo es (para algunos). Mi amigo y yo lo teníamos claro cuando se quedó el barquito del amigo de su hijo atrapado en una especie de tubo de agua de 4 metros de largo y aproximadamente 1,5 metros de diámetro.
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Conectaba el riachuelo de forma subterránea al otro lado porque por encima había una estrecha carretera para los coches que querían subir a lo más alto de la montaña. Los niños se divirtieron con sus barquitos hasta que uno se quedo atascado justo en la mitad. Nos miraron con grandes ojos para solucionarles el problema.
Aplicando la “ingeniería iterativa” para convertirnos en héroes
Teníamos claro que íbamos a sacar ese barquito de ahí. Nuestras mujeres empezaron a gastarnos bromas ya que ambos somos ingenieros industriales. “A ver si habéis aprendido algo en la universidad” comentaron entre risas.
Lo que se pudo observar a continuación es lo que yo llamaría ingeniería iterativa. No teníamos ningún plan para lograr el objetivo. Lo que nos empujó fue un alto nivel de motivación y la sensación de que todo era posible si únicamente confías en ti. También se podría interpretar como no querer defraudar a los peques por una parte y evitar ser la broma continúa del resto de las vacaciones de nuestras queridas esposas por la otra parte… 🙂
No te quiero aburrir mucho tiempo con esta anécdota por lo que te resumo las próximas 2 horas y media (igual eran 3):
- Encontrar un pedazo de leña grande tirándolo por el tubo de agua por una parte para que la corriente y un pequeño empujocinto sacasen el barquito por la otra parte. No funcionó porque el impulso no fue lo suficientemente fuerte.
- Intentar cerrar la salida del agua al final con una minipresa de piedras que tirábamos ahí con el objetivo de hundir el tubo completamente de agua para desatascar el barco con la subida para que pueda salir con la posterior apertura. No funcionó porque subestimamos la presión del agua que impidió completar la presa.
- Tirar una piedra grande con fuerza donde empieza el tubo para crear una especie de ola de tsunami que produjese el efecto que no habíamos logrado con la presa. No funcionó porque la ola generada no fue lo suficientemente potente para arrasar el barquito.
- Lanzar pequeñas piedras desde el final del tubo con el objetivo de impactar el barquito para que se movieran en dirección de la salida. Funcionó en parte porque logramos desenroscarlo de su posición inicial aunque por desgracia se quedó atrapado a poca distancia de salir.
- Coger un palo largo del bosque para empujar el barquito en la dirección adecuada. Ahora la distancia era suficientemente corta para hacer poder sacarlo sin mucha dificultad. El bosque lo teníamos al lado por lo que hicimos uso de este recurso que teníamos cerca de nosotros.
Cuando los niños son pequeños piensan que sus padres y madres son superhéroes. En algún momento se dan cuenta que no lo son. Este día no iba a ser hoy.
Las miradas de los peques no tenían precio. Habíamos aprendido juntos una lección importante. Aunque algo parezca muy complicado al principio e incluso te digan que estás perdiendo el tiempo por intentarlo no debes rendirte. Si lo tienes claro lo vas a lograr tarde o temprano.
Tenerlo claro es la fórmula de éxito de muchos emprendedores
Si lees la biografía de Warren Buffet descubrirás que él tenía claro desde el principio que se iba a convertir en uno de los hombres más ricos del planeta. Es que no lo dudaba ni un solo segundo en su vida. Es algo que tiene en común con grandes emprendedores.
Hay cosas de las que no puedes dudar ni un solo segundo si quieres alcanzarlas:
Vas a llegar tarde y cansado del trabajo pero tienes claro que vas a correr tus 14 kilómetros antes de dormir porque te estás preparando esa maratón. Sabes que en la comida de Navidad todo el mundo saldrá borracho pero sabes que tú no beberás ni un solo trago de alcohol porque has dejado esa etapa atrás en tu vida. Hoy no tenía claro lo que iba escribir en este blog pero dado que llevo casi 5 años publicando todos los días no dudaba que iba a encontrar algo.
“Tenerlo claro” no te permite pensar en fracasos sino en iteraciones hacia el éxito. Si no has encontrado el camino significa simplemente que todavía tienes un par de kilómetros por delante que quedan por recorrer. Y justo esto te motiva porque disfrutas tanto del viaje como de verte llegar al destino.
La gente que piensa en grande es consciente que las cosas ocurren dando pequeños pasos. No hay vías directas. Donde hay altis habrá bajos.
Tenerlo claro también significa tener la suerte de conocer tu propio destino. Muchos pasan toda su vida buscándolo. Otros nacen con una brújula en sus manos.
Leo habitualmente este blog, es uno de mis fijos en feedly, junto a bastantes blogs de comunicación online. A veces en vez de leer ojeo o escaneo lo que publican, porque a veces son cosas que ya sé o porque se repiten y coinciden en temas con otros blogs. Pero este post le he leído detenidamente porque se sale de lo típico en este tipo de blogs, y por otra razón: estoy a punto de dar un giro bastante grande en mi vida profesional, he de tomar una decisión algo valiente y difícil y hay una cosa de la que hablas importante: que lo tengo claro. Tengo claro que he de tomar esa decisión, aunque eso signifique tener dificultades para retomar el camino. Y como lo tengo claro, la decisión está tomada. Y las dificultades que encuentre habrá que superarlas paso a paso.
Gracias por este post, aunque no te lo creas me ha ayudado a reflexionar sobre dónde está mi camino 🙂
P.D.: al final no has contado qué pasó con el barquito, no me queda claro si lo del palo largo funcionó… Por lo que dices de la mirada de los peques deduzco que sí.
Genial Fernando. Sí, todo salió bien. 🙂
Me alegro mucho que este tipo de posts sirvan aunque sea únicamente para confirmar cosas que ya tenemos claro.
Muchas gracias por tu comentario!
Hola, compi:
Sólo una cosa. Leo tu blog a diario y todos los días me aparece la invitación a suscribirme y no me deja leer porque me tapa media pantalla. Ya estoy suscrita pero no puedo cerrarla a voluntad y no tengo ganas de meter todos los días mi nombre y mi mail para que desaparezca. ¿Hay algo que pueda hacer para cerrar esa ventana?
Sigues teniendo el problema Ana?
Por cierto, me gustaría vender tus ebooks en mi tienda online ¿Es eso posible?
Sin problemas si eres afiliado de Amazon Ana: https://www.amazon.es/Marketing-guerrilla-emprendedores-valientes-colecci%C3%B3n-ebook/dp/B00FJ6DJUI/ref=sr_1_2?ie=UTF8&qid=1470851094&sr=8-2&keywords=marketing
El otro es gratis para los suscriptores 😉
Saludos!
Muchas gracias por responderme a los dos, Carlos. Me sigue pasando pero vuelvo a cargar la página y desaparece.