Cómo crear un negocio feliz

¿Quieres saber lo que realmente busco cuando lanzo un proyecto? Pues léete este post. Aquí te lo cuento.

Ayer participé en la ceremonia de entrega de diplomas de Fundesem Business School en Alicante. Ya soy profe del MMDI hace tiempo pero es la primera vez que acudí al acto. No tenía muy claro lo que me esperaba pero al final salí gratamente sorprendido y pasé un muy buen rato. El evento se celebró en el teatro y tras un discurso inicial hubo una clase magistral sobre la motivación en el trabajo.

Ser felizDerechos de foto de Fotolia

El ingrediente esencial de una vida feliz

Para empezar el ponente dijo algo con lo que puedo estar muy de acuerdo. No existe una receta universal para ello. Cada caso es diferente porque las personas lo somos. Un pilar esencial de la motivación es la felicidad.

Hizo referencia a una charla TED que vi también hace poco que investigó la felicidad durante décadas de años. De hecho siguió las vidas de miles de personas para determinar lo que provocaba ese intangible deseado que todos buscan pero únicamente muy pocos encuentran.

Al final la felicidad se resume en la calidad de relaciones que tengamos con otras personas. Ni más ni menos. Tener este conocimiento no es suficiente. Hay que ponerlo en marcha.

Aplicando la felicidad al mundo de los negocios

Sí, estamos de acuerdo. Los negocios tienen como objetivo ganar dinero. Vale, venga, ahora no me vengas con visiones del tipo “mejorar al mundo” porque al final si no entra la pasta, no hay forma de mantenerlo. Seamos realista.

Aparte de la esencia fría que consiste en la rentabilidad hay algo más allá, creo yo, que deberíamos buscar una vez que se haya cumplido la parte básica del ROI. Pasamos más tiempo en el trabajo que con cualquier otra cosa. En esto creo que podemos estar de acuerdo. En consecuencia la felicidad debe tener su hueco en el mundo de los negocios. Ganar dinero está bien pero al final si hacemos caso a los estudios no te hará más feliz. Para mi estos puntos hacen que un negocio tenga esta esencia:

  • Las personas y cómo encajan. No son únicamente competencias, habilidad, actitud, etc. Una pieza perfecta no te sirve si no te encaja con el resto. Mentes brillantes pueden romper la armonía en un grupo altamente efectivo porque crean tendencias tóxicas. Lo he visto más de una vez.
  • Los retos y cómo se plantean. Sin desafíos el trabajo se convierte en rutina y aburre. Esto no motiva y sin duda no aporta nada nuestra felicidad. Cada día tiene que tener una pequeña incertidumbre a la que me enfrento. No debe ser demasiado sencillo pero tampoco tan complicado que se convierta en estrés.
  • Los logros y cómo se incentivan. Cuando se alcanza un objetivo es el momento de celebrarlo. Y cuando hablo de esto no me refiero que el dueño haga una fiesta con sus amigos en su yate privado. Hay que buscar incentivos que no siempre tienen que ser necesariamente dinero. Pueden ser simplemente pequeños gestos que demuestran que la empresa valora el esfuerzo del trabajo en equipo.

Seguramente hay muchas cosas más que se pueden hacer para lograr un negocio feliz. Yo de momento aplico estas cosas. No busco el dinero cuando lanzo proyectos. Sino una forma de ganarme la vida disfrutando lo que estoy haciendo porque no hace falta que me paguen por hacerlo… 😉

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