Cambio bofetadas en la cara por palmaditas en la espalda

Bueno, que nadie se sienta ahora motivado de cruzarse conmigo en la calle y darme dos bofetadas con ganas en ambas mejillas con la excusa de haber leído este post. Lo mínimo que tienes que hacer es por lo menos advertirme indicando algunos argumentos para ello antes de dejarme una marca en la cara… 😉

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Cuando te conformas, el fracaso te irá alcanzando con el tiempo

¿Conoces esa sensación antes de tener hijos de estar en la cama un domingo en invierno? En la calle hace frio mezclado con lluvia y tú estás en tus sabanas calentitas y no hay absolutamente nada en ese momento que te saca de ahí. Nadie te culpa por ello porque esa sensación no tiene precio.

Conformarse es no querer salir de esa cama nunca más. ¿Para qué salir al frio si aquí estoy bien? Es una buena pregunta a la que cada uno tiene que encontrar una respuesta. La mía ya la tengo. Échale un vistazo a todas las empresas o personajes que admiras. Todos ellos nunca se han conformado con un estatus quo. Siempre lo han apostado todo arriesgando como poco su prestigio en el mundo de los negocios.

Las bofetadas no son agradables pero giran tu mirada en la buena dirección

Las palmaditas en la espalda son como la cama de la que no quieres salir porque esta tan calentita. Son agradables pero no te sirve para absolutamente nada. Además te hace pensar que todo está saliendo tal como has previsto. Los planes nunca salen.

De vez en cuando te viene bien que alguien te recuerde que hay que esforzarse. Incluso o sobre todo cuando las cosas están yendo bien. Las críticas no son agradables pero necesarias para tener claro que la vida no es un Ponyhof (“granja para ponis”) como dicen los alemanes. Más que percibirlo como una bofetada deberías considerarlo como una ayuda para girar tu mirada hacia tu potencial de mejora. Rodéate de personas sinceras para recibir este tipo de feedback. Deberías dar las gracias por ello.

Pocos tienen la suerte de poder conformarse porque su situación actual es favorable. Muchos se rinden ante un entorno y contexto que les hace desesperar. Da igual lo que sea tu caso. ¡Sal de esa cama! El mundo no para de girar. Si no mueves el culo te quedarás atrás. Ser feliz significa sufrir de vez en cuando. No hay otra.