Pequeñas cosas insignificantes que a lo largo de los años te permiten hacer cosas importantes
En ocasiones tienen que pasar 20 años hasta que te das cuenta de ciertas cosas. Puede que estas pequeñas cosas formen parte de ello.
Acabo de ver un video con el deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos Michael Phelps. En una breve entrevista explica cómo logró a ganar hasta ocho medallas en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 (en total ganó 28 a lo largo de su carrera).

Cuenta una de las cosas que comparto al 100%. Son las pequeñas victorias que consigues todos los días que al final te ayudan lograr las grandes a lo largo del camino.
Ingresar dinero a tu cuenta bancaria todos los días
Habla de un simil que me ha gustado. “Tienes que ingresar dinero en tu cuenta bancaria todos los días”. Cuando estás en una competición es cuando puedes retirar todo ese saldo acumulado. En el mundo de los negocios existe algo muy parecido.
- Llegar puntual al trabajo: en todos los años no lo he conseguido. No he conseguido que las personas que trabajan conmigo en mi equipo entiendan la importancia de llegar puntual al trabajo. Siempre les digo esto. “Si no somos capaces de cumplir con las cosas pequeñas nunca vamos a ser capaces de hacer cosas grandes”.
- Hacer las pequeñas cosas lo mejor posible: ayer ví un video sobre un ejecutivo que había empezado su carrera profesional como conserje en una empresa. Su labor era limpiar los baños y los despachos de las personas. Su objetivo era hacer un trabajo tan impoluto que las personas se iban a dar cuenta. “No se trata de quién conoces sino de quién te conoce a ti”. Puedes hacerte notar a través de las pequeñas cosas. La excelencia empieza por lo básico.
- Levantarte aunque no te apetezca: no todos los días me levanto con ganas. Aunque tenga días más complicados que otros lo hago igualmente. Esto es algo que dijo también Phelps. No se trata de estar siempre motivado sino ponerte a trabajar aunque no lo estés.
Todos sabemos lo que tenemos que hacer pero muy pocos lo hacen
Al final todo lo dicho tampoco es algo nuevo. Es de sentido común porque son cosas que se entienden fácilmente. Se resume en disciplina que muy pocas personas tienen a lo largo del tiempo. Es fácil darlo todo durante un día, una semana e incluso un mes. Hacer lo mismo durante años ya es otra cosa.
Nadie te firma antes de empezar una garantía de que vas a llegar al objetivo. Incluso con esa firma en el contrato todavía habría muchos que no llegarían. Los seres humanos somos débiles y eso es bueno. Si todo el mundo fuese igual no habría tantas oportunidades para marcar la diferencia.
Es increíblemente complicado permanencer en ese camino. Siempre te preguntarás si realmente merece la pena todo ese esfuerzo. ¿Para qué lo hago? Es una pregunta que surje con frecuencia en los momentos más débiles. Muchas veces mi respuesta personal es “porque puedo”.
Hoy es otro día de baja motivación. Las cosas no están yendo como la seda. Hay que empujar otra vez más de lo normal y no se van a solucionar las cosas porque sí. No queda otra que afrontar los problemas y retos del día. Sí, he dicho “problemas”. No pasa nada nombrarlo por lo que es mientras que trabajes en una solución.
Stay tuned.