No se necesita mucho para quedar como un idiota
Muchas personas toman la falta de tiempo como excusa para no tratar a otros con el respeto que ellos esperan de lo demás. Con lo fácil que es quedar bien.
Nos acabamos de despedir de buenos amigos de nuestros tiempos en la capital. Fue una visita relámpago de menos de 24 horas pero mereció la pena aunque el tiempo fuese limitado. Hablamos de algunas viejas historias de Madrid. En la noche estuvimos hablando hasta las tantas y en algún momento también llegamos a hablar del trabajo. Ambos se mueven en el mismo sector aunque en diferentes empresas pero dentro de un contexto comercial y de desarrollo de negocio parecido.
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De repente salió el tema de gente que no respondía a los e-mails que recibía. Es algo que llego igualmente bastante mal dado que tengo muchas consultas de estudiantes, emprendedores y agencias en la bandeja de entrada que no han escuchado todavía nada de mí. “No, eso es diferente coincidieron ambos.”
“Se trata más de gente que está en el mismo sector que tú, que hoy te ignora porque eres proveedor y mañana te hace la pelota cuando eres cliente.” Es un punto que vivido en primera persona en Coguan. Para ser sincero me fastidiaba bastante no recibir ninguna respuesta de gente con la que había hablado en varios ocasiones personalmente. Cuando una persona te propone algo y más si la conoces lo que se merece es por lo menos un “no, gracias”.
No se necesita mucho para quedar bien y tampoco para quedar como un idiota. Personas que te cancelan una reunión 5 minutos antes de la hora y luego no da señales de vida, ni disculpas ni nada al estilo. Clientes potenciales que no te reciben porque eres un “simple comercial” porque piensan que si no es el director general de la empresa no lo reciben.
Arrogancia, soberbia y prepotencia tienen una probabilidad baja de supervivencia. Sigo confiando que la vida es como un búmeran donde todo viene de vuelta. Igual soy demasiado optimista pero me gusta pensar que existe un equilibrio justo en las relaciones o por lo menos en la mayoría de las ocasiones. Ante todo el respeto para cualquier persona dando igual si tú tienes 5 estrellas más en tu uniforme. Ese becario del que hoy abusas en 5 años podría montar el próximo Google. En realidad da igual lo que hace el día de mañana. Hoy mismo se merece un trato digno y con respeto. Él y todas las personas que te rodean. Con lo fácil que es quedar bien muchos siguen prefiriendo quedar como idiotas.
Hola, Carlos.
Completamente de acuerdo contigo.
Los que tratan con la punta del pie a sus proveedores no se dan cuenta que son parte fundamental del éxito de lo que hacen. Además ellos también son proveedores de otros.
Son tan importante como los clientes ya que esto es una cadena y sin un eslabón todos caemos.
Por supuesto que el universo pone a todos en su sitio y si no lo hace el universo lo hará la contabilidad, que es peor.
Desgraciadamente hay mucha soberbia y ego en el mundo.
Un saludo.
Si quieres algo estable en el tiempo, cuidar tu entorno es esencial. Pawel Kuczynski me hizo pensar en ello cuando vi esos dibujos:
http://www.beevoz.com/2014/05/30/dibujos-satiros-sobre-la-sociedad-de-hoy-en-dia/
Porque no puedes cavar un agujero hacia abajo estando tú dentro, y, como bien dices, todo vuelve como un boomerang.
Totalmente de acuerdo. Siempre hay que tomarse un rato para contestar al que ha perdido su tiempo en consultarte, aunque sea para decirle que no.
Lo que no quiere decir que haya que contestar al spam o a la caradura de algunos, que al final nos acaba desgastando…
Esto ocurre más a menudo de lo que parece.
Personalmente pienso que va con cada persona. El que tiene claro lo que es y lo que vale no se comporta así.
Y también pienso que el que nace gilipichi muere gilipichi.
😉
Muy de acuerdo con los planteamientos del post. Creo que es cuestión de respeto (como lo menciona al final del artículo).. Quien se tiene respeto, respeta a las otras personas.
Hola Carlos, me quedo con dos ideas al leer el post, una que por educación debemos tratar y al menos tener el respeto de contestar o responder a la otra persona, que se ha molestado (hacer negocios) en contactar contigo, aunque sea para decir “no”. La otra reflexion es siempre hacer lo que la conciencia y profesionalidad nos dicte, no movido por impulsos, siempre con honestidad y de cara, saludos.
Me alegra oír que no soy el único que piensa así. Trabajo como comercial/consultor y un alto porcentaje de mis mails o llamadas, no se responden. Yo mantengo y mantendré delante de quien sea, que la buena educación y el buen civismo imponen, al menos, un “no me interesa, gracias”. Pero, desgraciadamente, esa no es la norma. Ojalá esta forma de pensar, que es de puro sentido común, empiece a ponerse de moda.