Cuando empieces a crecer con tu negocio no pierdas el rumbo
Estoy en un proyecto de consultoría en Alemania por lo que he pasado el primer fin de semana en años sin familia. He tenido tiempo de sobre como nunca.
Este fin de semana me he puesto y he hecho las cifras más detalladas del proyecto de e-commerce. Una cosa que me interesaba ya hace tiempo era el ritmo de crecimiento que estábamos teniendo. Se intuía y las cifras básicas lo indicaban pero no me había atrevido de hacer unos cálculos detallados por lo que pudiese salir.
Derechos de foto de Adobe Stock
Es totalmente ilógico pero en el día a día siempre encuentras una respuesta para no atacar con fuerza las tareas que son esenciales para decidir sobre el rumbo de un proyecto.
Me interesaba sobre todo el crecimiento de visitas y de facturación. No hemos crecido demasiado en euros pero lo hemos logrado un mínimo de inversión en publicidad. Básicamente el 95% de nuestros ingresos son si quieres “orgánicos” de clientes recurrentes y de recomendaciones. No me he tomado hasta ahora el tiempo de montar un sistema publicitario efectivo. Ya conoces el dicho… 😉
Al final añadí una línea más porque me interesaba la evolución de facturación restando la inversión publicitaria. Es ahí donde con excepción del mes de marzo hemos crecido cada mes a buen ritmo. Sigo sin entender muy bien por qué pero febrero han sido unos 28 días fuera de serie por lo que en marzo incluso con 3 días más no se pudo superar.
Cuando tengo tiempo de pensar en cosas no tan urgentes más allá de apagar algún fuego vuelvo a mis raíces creativas. Es algo mío que considero muy positivo ya que muchas veces soy capaz de encontrar varias soluciones a un tema cuando a otros igual les cuesta encontrar una. No siempre es positiva cuando me seduce y me lleva al lado de querer desarrollar ideas nuevas. Es lo que se llama el Shiny Objects Syndrome del que prácticamente todos los emprendedores (y personas) sufrimos. He pasado medio sábado pensando en posibles escenarios que nos permitirían ir todavía más rápido. Todo se concentraba en ideas de buscar picos de atención, visitas, facturación, etc. cuando claramente mi experiencia y creencia de hacer negocios me dice que hay que ir paso a paso.
En ocasiones te olvidas de lo que ya sabes. Te dejas seducir por la falsa creencia que tiene que existir un camino más rápido, una acelerar la evolución natural de un negocio. La realidad es que para el 99,9% de los negocios siempre será mejor ir poco a poco. No por pereza de ir más rápido sino porque es cuestión del crecimiento y las consecuencias que conlleva (nuevos procesos, personas, clientes, etc.). En ocasiones es bueno que las cosas vayan a su ritmo porque te da más margen para adaptarte a ellas.
Cuando notas que las cosas salen adelante quieres saltarte algunos pasos. No caigas en la tentación pensando que para ti las reglas de hacer crecer un negocio van a ser diferentes. No cambies el rumbo de un negocio que va por buen camino. Eso sí, empuja con más fuerza, motiva a todas las personas que lo componen para que ellos compartan tu visión de las cosas. Hay que planificar un negocio con vista a 3, 5 y 10 años si quieres hacerlo realmente grande. Las bases requieren tiempo para que sean fuertes. Hay que dárselo. Te seguiré contando.
Stay tuned.