Cómo preparo una presentación en 3 cómodos pasos
Soy una persona a la que le gusta vivir su día a día con sinergias. Hoy me toca preparar una presentación. Ya que estoy te cuento cómo lo voy a hacer.
He añadido “cómodo” al título del post para darte la sensación de que es fácil. No es complicado pero para serte sincero superar la pereza de atacar ya por una vez esa presentación que tienes que preparar es complicado. Para que mentirte.
Derechos de foto de Adobe Stock
Resulta que tengo el ya medio día de hoy para terminar mi presentación de una ponencia que tengo que impartir mañana en Madrid. Tengo que ponerme las pilas porque ya no tengo tanto tiempo. Mira, así lo haré.
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Empiezo con un buen título y le añado estructura
No sé si a ti te ocurre lo mismo pero una de las cosas esenciales para ponerme ya en serio con la presentación es dar con un buen título. Es esencial porque te ayuda a sentirte más cómodo. Da la sensación que después todo fluye más rápido.
A partir de ahí es definir el guión. En mi caso suelo continuar dándole títulos a todos las diapositivas que quiero hacer. Tengo una regla muy sencilla. Si tengo 30 minutos, no suelo tener más de 15 diapositivas. 2 minutos le quiero dedicar a cada una de ellas de media.
La estructura que defines debe moverse dentro de ese rango. Lo ideal es contar desde el principio hasta el final una historia. Es lo que llamen los “expertos” storytelling. Probablemente te suena.
Ahora toca rellenar las diapositivas con contenido
En mi caso ya suelo tener una plantilla que suelo utilizar siempre. En este caso relleno las diapositivas ya con el diseño final que van a tener. Aquí también tengo una pequeña regla.
La audiencia siempre será capaz de leer más rápido que yo hablo. Por lo tanto no tiene sentido poner todo lo que voy a decir en la presentación. Básicamente me limito a frases destacadas o cómo también las llamo: “tuiteables”. Ya que estamos haciendo el esfuerzo de dejar huella en la audiencia por qué no sacarle provecho a las redes sociales para llegar a más personas más allá a las que me ven en el escenario.
A las personas les gusta que les presentes cifras. Todo lo demás es humo. Por lo tanto suelo acompañas mis datos con fuentes para darle más credibilidad. Cuando más reciente la misma mejor. En total puedo incluir un máximo de 30 palabras en una diapositiva. En ocasiones 5 son suficientes.
Y para acabar – el retoque final con diseño y fotos
¿Cómo era esto? “Una palabra dice más que mil imágenes”. No, era más bien al revés. Por lo tanto hay que elegir bien las imágenes que acompañan la presentación. Estas pueden apoyar el argumento pero casi todavía más importante, le aportan calidad percibida a la presentación. ¿No se entiende? Muy sencillo.
Cuando peor sean tus imágenes, de media peor se valorará tu ponencia. Por lo tanto te interesa elegir fotos profesionales de alta calidad. Entiendo que esto último es la imagen que te interesa dar.
Tal como ya te comenté gran parte del diseño en este punto ya lo tengo hecho por reutilizar siempre la misma plantilla. Si representas una empresa es algo básico y probablemente ya la tendrás o te la darán hecha.
Bueno, ya está. Ya tenemos la presentación hecha. Ahora te toca a ti. Bueno, en realidad a mí porque ahora ya me tengo que poner en serio con el tema que se me está acabando el tiempo… 😉